El joven estaba concluyendo su periodo de preparación, y muy pronto pasaría a enseñar. Como todo buen alumno, necesitaba desafiar a su profesor, y desarrollar su propia manera de pensar. Así que capturó un pájaro, lo agarró con una mano, y lo llevó hasta él:
-Maestro: ¿este pájaro está vivo o muerto?
Su plan era el siguiente: si el maestro dijera “muerto”, él abriría la mano y el pájaro se echaría a volar. Si la respuesta fuese “vivo”, él lo aplastaría entre los dedos. De esa manera, el maestro siempre estaría equivocado.
-Maestro, ¿el pájaro está vivo o muerto? – insiste.
-Mi querido alumno, esto va a depender de ti – es el comentario del maestro.
Bueno para reflexionar no? Pensás como el maestro? Depende de vos? Espero tus comentarios
1 comentario:
Da pena sinceramente como los jovenes universitarios se creen que se las saben todas y no solo irrespetan descaradamente con afrentas a sus profesores sino que se burlan constantemente a sus espaldas y con sus compañeros, no tienen padres que les enseñen lo minimo de respeto a sus mayores mucho menos a quienes orientan sus conocimientos, su indice de humanidad es tan pobre que da pena pensar son los gerentes del futuro.
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