Un hombre vestido como un sufí estaba caminando sin rumbo un día, cuando vio a un perro en la carretera, se acercó y golpeó al perro duramente con su vara. El perro, aullando de dolor, corrió hacia el gran sabio Abu-Said. Se arrojó a sus pies y levantando su pata herida, pidió justicia contra el sufí que lo había maltratado tan cruelmente.
El sabio llamó a ambos. Primero se dirigió al sufí diciéndole: "¡oh qué barbaridad! ¿Cómo es posible que hayas tratado al animal de esta manera? Mira lo que has hecho!"
El Sufi respondió: "Lejos de ser mi culpa, es la del perro. Yo no le pegué por un simple capricho, sino porque había ensuciado mi túnica."
Pero el perro persistía en su denuncia.
Entonces, el maestro se dirigió al perro: "En lugar de esperar una indemnización, permítame darle una compensación por su dolor."
El perro dijo: "Muy bien, es justo ! Cuando vi a este hombre vestido como un sufí, estaba en condiciones de concluir que él no me iba a hacer daño. Si lo hubiera visto en vestido como un hombre normal, naturalmente habría huído . Mi verdadero error fue suponer que la apariencia de un hombre sabio indica la seguridad. Si un castigo pudiera darle, sería quitarle la ropa de los elegidos; es decir, privarlo de la vestimenta de la gente de virtud ... "
Preguntas para la reflexionar:
¿Cuando en tu vida has sido engañado por la apariencia de otra persona?
¿Qué sucedió como resultado de la suposición incorrecta?
¿Por qué supusiste eso?
Si hiciste suposiciones acerca de esa persona, ¿cómo podría haber sido diferente tu interacción con ella?
Historia del libro de Idries Shah “Los cuentos de los derviches”
Espero tus respuestas...
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